#ElPerúQueQueremos

La poesía y el Che Guevara

Poemas de Julio Cortázar, Nicolás Guillén, León Felipe, Roque Dalton, Pablo Neruda y Mario Benedetti

                     Tras 48 años, el Che sigue latiendo no sólo en los carazones          de los cubanos # Cuba, sino en nuestros corazones...

r.v.

Publicado: 2015-10-07


Julio Cortázar: Che 

Yo tuve un hermano.

No nos vinos nunca

pero no importaba.

Yo tuve un hermano

que iba por los montes

mientras yo dormía.

Lo quise a mi modo,

le tomé su voz

libre como el agua,

caminé de a ratos

cerca de su sombra.

No nos vimos nunca

pero no importaba,

mi hermano despierto

mientras yo dormía,

mi hermano mostrándome

detrás de la noche

su estrella elegida.


Nicolás Guillén: Che Comandante

No porque hayas caído

tu luz es menos alta.

Un caballo de fuego

sostiene tu escultura guerrillera

entre el viento y las nubes de la Sierra.

No por callado eres silencio.

Y no porque te quemen,

porque te disimulen bajo tierra,

porque te escondan

en cementerios, bosques, páramos,

van a impedir que te encontremos,

Che Comandante,

amigo.

Con sus dientes de júbilo

Norteamérica ríe. Mas de pronto

revuélvese en su lecho

de dólares. Se le cuaja

la risa en una máscara,

y tu gran cuerpo de metal

sube, se disemina

en las guerrillas como tábanos,

y tu ancho nombre herido por soldados

ilumina la noche americana

como una estrella súbita, caída

en medio de una orgía.

Tú lo sabías, Guevara,

pero no lo dijiste por modestia,

por no hablar de ti mismo,

Che Comandante,

amigo.

Estás en todas partes. En el indio

hecho de sueño y cobre. Y en el negro

revuelto en espumosa muchedumbre,

y en el ser petrolero y salitrero,

y en el terrible desamparo

de la banana, y en la gran pampa de las pieles,

y en el azúcar y en la sal y en los cafetos,

tú, móvil estatua de tu sangre como te derribaron,

vivo, como no te querían,

Che Comandante,

amigo.

Cuba te sabe de memoria. Rostro

de barbas que clarean. Y marfil

y aceituna en la piel de santo joven.

Firme la voz que ordena sin mandar,

que manda compañera, ordena amiga,

tierna y dura de jefe camarada.

Te vemos cada día ministro,

cada día soldado, cada día

gente llana y difícil

cada día.

Y puro como un niño

o como un hombre puro,

Che Comandante,

amigo.

Pasas en tu descolorido, roto, agujereado traje de campaña.

El de la selva, como antes

fue el de la Sierra. Semidesnudo

el poderoso pecho de fusil y palabra,

de ardiente vendaval y lenta rosa.

No hay descanso.

¡Salud, Guevara!

O mejor todavía desde el hondón americano:

Espéranos. Partiremos contigo. Queremos

morir para vivir como tú has muerto,

para vivir como tú vives,

Che Comandante,

amigo.

León Felipe: EL GRAN RELINCHO

The most beautiful neigh of the world

La gente suele decir, los americanos,

los norte-americanos suelen decir:

León Felipe es un "Don Quijote"

No tanto, gentlemen, no tanto.

Sostengo al héroe nada más ...

y sí, puedo decir ...

y me gusta decir:

que yo soy Rocinante.

No soy el héroe,

pero le llevo sobre el magro espinazo de mis huesos

y le oigo respirar ...

y he aprendido a respirar como él...

y a injuriar

y a blasfemar

y a maldecir

y a relinchar.

A mí me gusta mucho relinchar.

"¡Oh, hideputas! ... estos malos encantadores que me persiguen"

¿Cómo es aquel relincho, americanos?

Aquel que empieza:

¡Justí-í-í-cia!!

Aquí el acento cae sobre la í,

muy agudo y sostenido

como un vibrante y estridente cornetín:

¡Jus-tí-í-í-í-cia!! ¡Qué bonito relincho!

A Rocinante le gusta mucho relinchar.

Y a mí también me gusta mucho relinchar.

Tenéis que aprender, americanos.

Venid. Vamos a relinchar ahora,

ahora mismo todos juntos,

desde el capitolio de Washington...

fuerte, fuerte, fuerte...

hasta que el relincho llegue a Viet Nam

y lo oigan todos los vietnamitas,

y a Cuba también

y lo oigan todos los cubanos,

como el cornetín

de la gran victoria universal,

hasta que lo oigan los hombres todos de la tierra

como el cese definitivo de todas las hostilidades del planeta.

¡Justí-í-í-í-cia! ¡Oh, qué hermoso relincho!

The most beautiful neigh of the worid.

Roque Dalton: El credo del Che

El Ché Jesucristo

fue hecho prisionero

después de concluir su sermón en la montaña

(con fondo de tableteo de ametralladoras)

por rangers bolivianos y judíos

comandados por jefes yankees-romanos.

Lo condenaron los escribas y fariseos revisionistas

cuyo portavoz fue Caifás Monje

mientras Poncio Barrientos trataba de lavarse las manos

hablando en inglés militar

sobre las espaldas del pueblo que mascaba hojas de coca

sin siquiera tener la alternativa de un Barrabás

(Judas Iscariote fue de los que desertaron de la guerrilla

y enseñaron el camino a los rangers)

Después le colocaron a Cristo Guevara

una corona de espinas y una túnica de loco

y le colgaron un rótulo del pescuezo en son de burla

INRI: Instigador Natural de la Rebelión de los Infelices

Luego lo hicieron cargar su cruz encima de su asma

y lo crucificaron con ráfagas de M-2

y le cortaron la cabeza y las manos

y quemaron todo lo demás para que la ceniza

desapareciera con el viento

En vista de lo cual no le ha quedado al Ché otro camino

que el de resucitar

y quedarse a la izquierda de los hombres

exigiéndoles que apresuren el paso

por los siglos de los siglos

Amén.


Pablo Neruda: Tristeza en la muerte de un Héroe

Los que vivimos esta historia, esta muerte y resurrección de nuestra esperanza enlutada,

los que escogimos el combate y vimos crecer las banderas, supimos que los más callados

fueron nuestros únicos héroes y que después de las victorias llegaron los vociferantes

llena la boca de jactancia y de proezas salivares.

El pueblo movió la cabeza:

y volvió el héroe a su silencio.

Pero el silencio se enlutó hasta ahogarnos en el luto cuando moría en las montañas

el fuego ilustre de Guevara.

El comandante terminó asesinado en un barranco.

Nadie dijo esta boca es mía.

Nadie lloró en los pueblos indios.

Nadie subió a los campanarios.

Nadie levantó los fusiles, y cobraron la recompensa aquellos que vino a salvar

el comandante asesinado.

¿ Qué pasó, medita el contrito, con estos acontecimientos?

Y no se dice la verdad pero se cubre con papel esta desdicha de metal.

Recién se abría el derrotero y cuando llegó la derrota fue como un hacha que cayó

en la cisterna del silencio.

Bolivia volvió a su rencor, a sus oxidados gorilas, a su miseria intransigente,

y como brujos asustados los sargentos de la deshonrra, los generalitos del crimen,

escondieron con eficiencia el cadáver del guerrillero como si el muerto los quemara.

La selva amarga se tragó los movimientos, los caminos, y donde pasaron los pies

de la milicia exterminada hoy las lianas aconsejaron una voz verde de raíces

y el ciervo salvaje volvió al follaje sin estampidos.


Mario Benedetti: Che 1997

Lo han cubierto/ de afiches de pancartas

de voces en los muros

de agravios retroactivos

de honores a destiempo

lo han transformado en pieza de consumo

en memoria trivial

en ayer sin retorno

en rabia embalsamada

han decidido usarlo como epílogo

como última thule de la inocencia vana

como añejo arquetipo de santo o satanás

y quizás han resuelto que la única forma

de desprenderse de él

o dejarlo al garete

es vaciarlo de lumbre

convertirlo en un héroe

de mármol o de yeso

y por lo tanto inmóvil

o mejor como mito

o silueta o fantasma

del pasado pisado

sin embargo los ojos incerrables del che

miran como si no pudieran no mirar

asombrados tal vez de que el mundo

no entienda que treinta años después sigue bregando dulce y tenaz por la dicha del hombre.



(fuente: P.V.P.)

Ernesto Guevara "EL CHE" (Rosario, 14 de mayo o 14 de junio1 de 1928 - La Higuera, 9 de octubre de 1967).  En Bolivia fue capturado y ejecutado de modo clandestino y sumario por el Ejército boliviano en colaboración con la CIA el 9 de octubre de 1967.

El 8 de octubre de 1967 es una fecha triste en el recuerdo del pueblo cubano y latinoamericano. Ese día fue capturado, herido en combate en la gesta boliviana, el Comandante Ernesto ´Che´ Guevara y asesinado al día siguiente en la escuelita de La Higuera. 

El Guerrillero Heroico, epíteto ganado a puro mérito, al dejar de existir físicamente se convirtió en símbolo y bandera y su ejemplo de revolucionario cabal, antiimperialista e internacionalista, ha calado muy hondo en las luchas sociales del continente americano, donde el Che es inspiración y guía para la acción.




Escrito por

Rosina Valcárcel Carnero

Lima, 1947. Escritora. Estudió antropología en San Marcos. Libros diversos. Incluida en antologías, blogs, revista redacción popular, etc.


Publicado en

estrella cristal

la belleza será convulsiva o no será | a. breton