Andamos Cubiertas en Consignas Bellas / rosina valcárcel
Leyendo a Gioconda Belli
(A Marcela Pérez-Silva)
Las mañanas mudaron de aires y de código conocido.
Ahora el rocío, su temple, su sortilegio aletargado es otro.
Hoy escucho desde que mi tez sabe de buena tinta que es de tiempo,
coplas de estaciones secretas
tintineando intrépidas, penetrantes desde la mesita del tocador
y me alzo y surjo y percibo compañeros atareados
puliendo sus botas o enrolándose para el día
bajo la luz del astro rey.
Hay poca lobreguez, pocas trincheras,
ni exijo del espejo retrovisor
para advertir si me siguen.
Ahora mi aire lila de siempre es más mi viento
y este olor a tierra húmeda y los lagos allá
y las montañas (El Momotombo y el Momotombito)
y los volcanes y el fuego
sintiera que han vuelto a alojarse en su territorio,
a agarrar, a diseminar otra vez.
Ya no huele tanto a quemado,
y no es la muerte una figura famosa
aguardando a la vuelta de cualquier esquina.
He rescatado mis flores amarillas
y estos malinches de mayo son más rojos
y se esparcen de deleite
exhaustos contra el rojinegro de las banderas.
Y vamos cubiertas en consignas bellas,
retando penurias,
blandiendo energías contra augurios malditos
y esta gesto cubre el horizonte,
se silba en valles y lagunas,
lava lágrimas y se resguarda con escopetas nuevas.
Ya se empalmó la Historia al camino triunfal de los guerreros
y las guerreras y yo invento palabritas con que tararear,
otras formas de amar, y ser amada,
torno a ser, existo otra vez,
por fin libre
soy, compañera.
Rosina Valcárcel Carnero
24 junio 2017, Lima, Perú.