"CÉSAR MORO" / ROSINA VALCÁRCEL
a Pancho Adrianzén
En la tarde irreal el humo de tus cabellos
Surge la existencia imperturbable
El olor sensual del aguacero cristalino
La lluvia toca mi portón a la deriva
Oh bosque Oh arbusto Oh pino
Esos árboles que circundan la autopista
Y la metrópoli el océano que bordeas
Y la medianoche se abre a tu senda
Y el espíritu se torna lejano
Hasta tocar tu rostro bajo el vuelo
Y percibirte en el sortilegio radiante
Monte de sol / Monte de nieve / Monte de goce
El humo lila de tus cabellos leves
El salvaje breve en los ojos retraídos
Y tu cuerpo de lumbre
La tarde que irrigas a trechos
La tarde que baja de tus manos
El silencio que sujeta a tu arribo
El disturbio y la resaca perdida
Las ondas de las viviendas simples
Y el fluctuar de luces y la nube oscura
Y tus palabras ocultas de corriente fluvial
Tan pronto toca tu mano indefensa y te callas
Y colocas a flote mis días heridos
Y leve sólo arreglas mi agonía
Y el caer al verte lejos
El silencio, hacer cola y el tiempo
Para vivir intensamente cuando llegas
Para vivir intensamente cuando llego
Tu corazón victorioso
Tu corazón vencido
Y me cercan nubes violáceas
Y me torno esplendorosa
Y me ahoga el mar centelleante donde surge tu vida
Y donde sólo hablamos tú y la noticia al pie de las escaleras
Tu ser terrible soltándose
Astro en apocalipsis
Entre clamores de llantos y leones
De placer y suspirar perpetuo
Animarse en el aire azul eterno
Sólo para contemplar si llega el tren.
29 de septiembre de 2017
01 de noviembre de 2017