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Rosina Valcárcel, poesía y compromiso

por Charo Arroyo

Publicado: 2018-03-16

De los maravillosos años 70, evoco en este momento a Violeta Valcárcel, con quien compartía los avatares del periodismo y una gran amistad, y a Rosina Valcárcel, a quien no conocía, pero leí sus primeros poemarios con interés y admiración, y era testigo a la distancia de su importante presencia en el movimiento literario y el clima bohemio de esos años. Un día supe que una casualidad nos unía: Violeta, Rosina y yo habíamos nacido un 1° de mayo, y sentí que eso nos hacía cómplices. Y desde el año 2010, tras la partida de Violeta, lentamente cultivamos camaradería y un gran cariño Rosina y yo. 

Y a esa amistad y a su impulso debo el haberme adentrado en el mundo de la poesía, Rosina, con esa fuerza que le da vivir en poesía me dio el valor necesario para desnudar mi alma a través de la palabra y hacer público ese mundo que llevaba dentro, pero que no me atrevía a mostrar. Este ímpetu de quien es verdaderamente poeta lo lleva Rosina y contagia a quienes la rodean y hace que la poesía, como para ella, se convierta en una necesidad para quienes la amamos.

La poesía de Rosina ha estado presente en las calles, en los recitales, presentaciones, antologías, tertulias. En la poesía de Rosina está el existencialismo, el surrealismo, la rebeldía, ella abraza diversas corrientes. La poesía de Rosina es integral: tiene fuego, montes, ríos, poblaciones. El amor la atraviesa, la soledad, el desamor, la historia. Ella ya en 1966, con inocencia y dolor, le canta al guerrillero Javier Heraud. En el 2016, trémula y con ansias, le escribe al compañero Roland. Así los protagonistas históricos están presentes. El compromiso de Rosina late. Tampoco están ausentes los amores, los personajes familiares, Gustavo, Violeta, las hijas. Rosina mostró un lado erótico-lúdico en sus poemas desde Navíos, 1975. Tengo todos sus libros que voy atesorando, leyendo, examinando. Excluir a la poesía, a su poesía, a mi poesía sería como renunciar a la vida. Abierta la senda de la libertad por la poesía, se instaura instintivamente su acción subversiva, contestataria, revolucionaria.

 

Lima, 9 de marzo de 2018


Escrito por

Rosina Valcárcel Carnero

Lima, 1947. Escritora. Estudió antropología en San Marcos. Libros diversos. Incluida en antologías, blogs, revista redacción popular, etc.


Publicado en

estrella cristal

la belleza será convulsiva o no será | a. breton