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La artista viaja de incógnito x Leonora Carrington

Sueño: La artista viaja de incógnito

Rosina Valcárcel

Solo el amor engendra melodías

JOSÉ MARTÍ

Publicado: 2018-05-27


Todo pasó tan de prisa. Después de varias semanas extensas Henri busca a Caribe y le cuenta de sus andanzas, ella perceptiva dice: -- ¿Por qué no hablaste antes? Piensa un rato, acosada por el hambre de justicia...y anota: --- Mi cuerpo es fuerte como el árbol del laurel, estoy con ustedes ¿en qué puedo ser útil? 

Henri musita palabras enigmáticas casi jeroglíficos mientras tierno contempla los ojos de Caribe. Y emocionados se echan a andar. Las hijas cálidas asoman en escena y se suman. La cantante toma una silla de ruedas (de su madre), pues cree que así podrá distraer al enemigo.

Consiguen un coche y van hasta una farmacia y un mercadito. Ahí dejan estacionado al carro y a la silla mencionada. Mientras Henri va comprando protectores para la piel y, luego, va tomando víveres, frutas, algunas muy tierno convida a la compañera y a sus hijas.

(Atrás hay un sospechoso que los sigue).

Henri lo despista. 

Cerca los espera el bardo Armand quien advierte el clima y sonríe. Me da un paquete pequeño, es la señal de que está en la movida. Me mira y se disculpa en silencio por la ausencia del día 24 de mayo.

Henri advierte que el coche ha desaparecido, pero sereno dice hallaremos solución. Y hace una llamada.

Luego va recibiendo a otras camaradas y las va presentando, resulta que reparan gratamente que se conocían y sonríen levemente. Ello les da más confianza.

Armand camina muy cerca y cómplice le dice a Caribe:

--No te preocupes por el pintor yo lo visitaré a menudo, tú viaja tranquila.

Pero, la amiga está muy inquieta pues no se había despedido de su madre. Una cumpa desde su teléfono celular marca el número y la comunica:

--Mamá soy yo…Ella llorando exclama afligida:

--Creí que les había pasado algo, han pasado tres horas, ustedes salieron solo a comprar pan… Trato de contarle y tartamudeo:

--Mami no volveré, haré un viaje lejano, por tiempo indefinido, las chicas están conmigo, dale cariños a mis hermanos…. Y cuelga.

En la calle vemos a Camotito, la hija menor, va manejando un Volkswagen crema y hace giros peligrosos. Sereno Henri afectuoso afirma:

--Caribe hay que confiar, no ocurrirá nada.

La Piti acaricia la cabellera de su mamá en señal de que está de acuerdo y opta por compartir la odisea. 

Caribe reflexiona --¿qué importa los versos que escribiré después si mis propias crías siguen la senda?

Henri exclama: Aguardemos cautos, el camión está a punto de llegar.


Así la artista viaja de incógnito con sus hijas y sus compañeros.



Lima, 27 mayo 2018


Escrito por

Rosina Valcárcel Carnero

Lima, 1947. Escritora. Estudió antropología en San Marcos. Libros diversos. Incluida en antologías, blogs, revista redacción popular, etc.


Publicado en

estrella cristal

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