#ElPerúQueQueremos

Diana ávila, dibujo  de josé li ning, 2017

DIARIO, a Diana Ávila

por Rosina Valcárcel

ESTA NOCHE he visto alzarse la Máquina nuevamente

. ALEJO CARPENTIER

Publicado: 2018-06-07

Valquiria en un bache de su voluntad accedió a cruzar la puerta giratoria hacia la realidad. ¿Existen los piratas de palo? ¿Existen las sirenas? ¿Existen los revolucionarios, las guerreras? Bien envuelta en su chal ella piensa:--El Colectivo Macondo debería impulsar el rito del lanzamiento del libro Cartas a Diana (2017). Las circunstancias ya lo permiten, dentro de dos meses se cumplirá el año de nacimiento de la antología. Así poco a poco empezó a hablar con sus congéneres y concluyeron que sí. 

De pronto se antojó de comer un quesito manchego y beber una copa de buen vino. Así tomar fuerzas.

Bastante les había afectado la ausencia de la compañera, por cierto. Y no obstante, cuando se vieron juntos, a la luz de la noche, en el limpio auditorio que el Instituto Raúl Porras Barrenechea les había asignado, surgió la energía firme y clara.

El fotógrafo Cabanillas estaba sentadito y silente. Jorge C. había llegado temprano también. Me entregó una botella de excelente vino y un abrazo tibio. Zorba, mientras, se sienta callado en la parte posterior empieza a dibujar. El salón es grato. Pat Ros y Marlene raudas hacen su entrada. Les digo:---En este momento no tenemos copitas. Ellas veloces ofrecen ir en pos de ellas. Eduardo A. renace al calor de la sonrisa de la tarde. Otra botella de vino y un puñado generoso de libros para sortear.

¿Caleidoscopio? Cronopios / poetas / narradores /cineasta / pintores / amigos / amigas / compañeros / compañeras / conocidos…Valquiria está asida –colgada- de sus propios sueños. Vuela hacia el horizonte, conversa con Diana Ávila, quien le murmura: ---“Ahora soy vuestra hermana”, arrojen el dolor, expulsen a la tristeza, como escribió Julius Fucik “que el ángel de la alegría nos acompañe”.

El espacio estaba casi lleno. Panchito A. me sugiere: --Empecemos con el documental, es oportuno, he separado 12 minutos. Y le hice caso. Así iniciamos el Rito de ofrenda a la compañera Diana Ávila.

Preferí ponerme en primera fila para poder apreciar…Y súbito nuestra Diana, desde la pantalla, nos platica de nuestra América Latina, de nuestra patria, de la izquierda, de los proyectos, y con fina ironía lanza “unas chiquitas” a quienes merecen. Diana está ahí, ¡viva! El poder mágico del cine nos envolvió. De los altos barrotes del cielo aterrizó entre nosotros y se acopló a su aquelarre sui genéris. Todos estábamos hechizados hasta que la bulla de lo real nos trajo de vuelta. Aplausos a Adrianzén.

(El cine nos había sacado de la crisis mundial, nacional, etc.)

Luego asomó la figura del buen Antonio Z. con su guitarra, se echó tres canciones y nos puso en otra nota. Fue un respiró hondo, algo alegre.

Después tomó el uso de la palabra J. Cabrera, comentó la forma cómo se había vinculado a Diana. “Conocí a Diana a mediados de los 70, la conocí en el Ministerio de Comercio, en la Dirección General de Comercio Exterior...”. Y leyó “La Fuga”, relato bello de su novela El Baobab. Mientras algunas personas se interesaban en adquirir libros, otras, como N e Y, nos traían copitas de vino para entonarnos.

Valquiria era sacada de los sueños por los martillazos de algunos vecinos, pero advirtió que estaba en otro lugar por suerte.

Le tocó el turno a Mocha G.N., popular cantautora quien estremeció al público con su testimonio vivencial, franco, lleno de amor hacia Diana.

Narró pasajes inéditos de la vida y de la enfermedad de nuestra camarada. De la solidaridad que despertó entre seres de diversos lugares. Su voz se entrecortaba. Ovaciones.

Breve brindis. Y se dio paso a la hermosa poesía de:

Rocío R., Marco Tulio R., Mary S.,

Manuel M., Elid Rafael B., Diana M.,

Charo A., E. Arroyo…

Después Ros describió el contenido del libro, los nombres de todos los autores que participaron en la gesta y contenido de Cartas a Diana y alguna experiencia.

--Se dio inaugurada la humilde muestra pictórica de los talentosos Carlos A. O., J. Li Ning y una fotografía de Diana entre sus compañeras del colegio (cortesía de R. Romero).

Finalmente los cálidos asistentes y nosotros compartimos el coctel y los bocaditos. (Yesenia tuvo la precacución de poner a buen recuado un poco)

Antes de despedirse, el amigo Jorge Cabrera musitó: 
--Congratulaciones por los logros, ha salido bien todo, los participantes magníficos y el toque de gracia y optimismo que aportaste es propio de tu atrayente forma de ser. Me dio un beso en la mejilla y se hizo humo.

7 de junio de 2018, Lima.


Escrito por

Rosina Valcárcel Carnero

Lima, 1947. Escritora. Estudió antropología en San Marcos. Libros diversos. Incluida en antologías, blogs, revista redacción popular, etc.


Publicado en

estrella cristal

la belleza será convulsiva o no será | a. breton