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5 septiembre 2017 Enrique rodeado de amigos lectores tras grabación de su poesía

Enrique Verástegui: El modelo del teorema

Rosina Valcarcel Carnero

Publicado: 2018-07-28

¿RECUERDAS, QUERIDO ENRIQUE, aquel día que celebramos los Diálogos de Platón, El arte de amar, de Erich Fromm, y condenamos el crimen contra Giordano Bruno cantando bajo las dulces moras de San Marcos «Que la tortilla se vuelva»; haciendo del mimeógrafo un arma y de la clandestinidad el territorio liberado de la urbe, intentando explicar el mundo y dar coherencia a nuestra vida? Ángel negro demonio, ojos encendidos, mago de Cañete, extraño los años 70, la música del grupo Pink Floyd, la revista Estación Reunida, y los recitales de Hora Zero (los ojos de Jorge Pimentel, Juan Ramírez Ruiz, y, claro, los tuyos). Añoro tus encuentros con Juan Ramírez Ruiz. Tus conversaciones con el vital Jorge Pimentel. Evoco las pláticas del noble Jorge Nájar contigo. Tu diálogo con el controversial Tulio Mora y tantos poetas apreciados. Revelo tu radical sentencia: 

Cuídate del número, muchacho, cuídate: las matemáticas son a las cosas lo que éstas al suplicio de no tenerlas —el infierno no está fuera de / ti sino en ti mismo, el infinito parte / a caballo contigo…

Y evoco cuando leíste mis viejos cuadernos y mi poemita de la soledad con zapatos —escrito a los 12 años— y sonreíste y lo hurtaste. Amigo, sí, hemos caminado mucho entre estos semáforos violetas / hoy ya no podemos contener nuestra furiosa belleza. Sí, la luz es como el agua (GABO) y las tinieblas son como esta patria, por ello glosas:

Yo nací en un país tan enmarañado como esta cabeza de donde / han nacido motines, / rebeliones, revoluciones que traían hidroeléctricas, / no es un país atrasado y sin armonía en la mano (Taki Onqoy, Lluvia, 1993)

Ayer, inquieta, hojeé tu obra El modelo del teorema (Hispano Latino Americana, auspicio Municipalidad de Cañete, portada Alberto Escalante), y rememoré el elogio a Kant, el aporte de Lévi-Strauss y tu lectura de Así hablaba Zarathustra. Pienso cómo Nietzsche de algún modo condicionó tu concepción de la vida, ¡oh, aventurero! Vino a mi memoria Cañete,  ese entrañable pueblo, esa cálida ciudad situada a 148 kilómetros al sur de Lima, donde naciste dionisíaco, empero contemplaste el horizonte cual místico para mezclarte en la energía del universo. ¿Dónde quedó Descartes? Poeta apolíneo, oscilas entre dos polos, la belleza y la reflexión. Tu libro es muy audaz, irreverente, neorromántico, idealista y ambicioso, me produjo placer, asombro, desconcierto, caos, reflexión y nostalgia. Recordé la tarde en el Palermo cuando te presenté a mi amiga la poeta Enriqueta Beleván. En 1972 tu primera, tu primer amor, te regaló infinitos conciertos de flauta dulce, y diversos libros como Los eróticos musicales de Søren Kierkegaard, un gran examen del Don Juan de Mozart y Tractatus lógico-philosophicus de Wittgenstein e intuiste que descubrías la filosofía de nuestra época en tanto trataba el concepto de estructura, que en los 90 interesó a Habermas.

Anotas que El modelo del teorema es un tratado sobre ciencia y tecnología celestiales que cifran y descifran el motor que fundamenta una materia energizada en la estructura orgánica del universo, siendo simultáneamente una revolución de las matemáticas, las ciencias, las tecnologías y la filosofía de Occidente. (Idem p. 21. Escrito en Lima el 6 de mayo de 1996). ¿Hasta dónde tu modelo del teorema, de un lado, procura en (y desde) Occidente contribuir en la fundación de una nueva filosofía, y de otro, intenta establecer las matemáticas del siglo XXI? ¿Hasta qué punto está inscrito dentro de la filosofía analítica, y quizás (como crees) estructuralmente influido por Wittgenstein? Sólo los sabios y los científicos tienen la respuesta. Yo no pude dejar tu libro sobre mi mesa de noche, él y tus sueños utópicos me persiguieron por toda la casa, hasta que les dediqué espacio, soledad, comprensión, intuición, simpatía y cariño. Angelus Novus: ¿acaso invocando a Platón trataste de unir filosofía y matemáticas? ¿Te atreviste a ir más allá, postulando una nueva tecnología, y para ello inventaste el transvisor? (Ídem, p. 28) Alegas en una de tus cartas que:

Así como Aristóteles fundó el método de la deducción, y Francis Bacon

Fundó el método de la inducción, yo fundo el método de la preducción (Ídem, p. 58), llamando a revolucionar todas las ciencias en el siglo XXI.

¿Te llamas el Pitágoras del XX?

Soy testigo, tu amor por la ética y la filosofía empezó en la primera juventud, cuando en el mundo los jóvenes de las generaciones del 68 y 70 celebramos nobles ideales, Hojas de Hierba, el Woodstock, rock «The Wall» y ritmo de Santana. Y, por intuición y justicia, un poquito revolucionamos al sistema conservador y a los valores tradicionales, sin dejar la lectura de toda clase de autores. Sí, poeta, no lo niego, te apasionaron Kant, Nietzsche, Lévi-Strauss, pero también Marx, Lenin, Rosa Luxemburgo, Gramsci, y, cierto, Apollinaire (te presté el ejemplar de su obra Alcoholes, te impresionó), entre otros artistas. Si tus modelos de escritor aún son Sartre y Camus, tres décadas después, ¿por qué refugiarnos únicamente en la música de los ángeles y sentir sólo su llamado para crear otra senda? ¿Acaso tu corola de fuego no constituye una parte del mundo? Gracias por tus místicas páginas de locura, fe y belleza, quizás sean bien acogidas en París. Mas, te reitero, caro bardo, sigo siendo una admiradora de tu poesía libre, sé que ella no ha huido, por suerte; entonces impide que la musa se duerma en sus laureles. Quizás así con Carlitos Carnero Figuerola y los poetas jóvenes; tu hija Vanessa, con las mías Odette y Milena y otras muchachas, podamos rendir otro Homenaje mundial al gran Allen Ginsberg, mientras: ¡Salud por el beat estadounidense, por el 24 de abril, tu natal! 


(C/f: Aprendiz de maga, Horizonte, Lima, 2006. Pp.119-121.
Nota: Mi gratitud a Manuel Pásara por la lectura. Homenaje a Enrique en la Biblioteca Nacional 26 Octubre 2017.)

Escrito por

Rosina Valcárcel Carnero

Lima, 1947. Escritora. Estudió antropología en San Marcos. Libros diversos. Incluida en antologías, blogs, revista redacción popular, etc.


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estrella cristal

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