Y LA SED, MI MEMORIA
Rosina Valcárcel
Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo
La obsesión con la sed Las rosas amarillas El espejo
Si hemos de morir que sea de nuestra época
Y principalmente no perder de vista el candor Como si pasara poco, lo cual es verdad
Mas a ti deseo contemplar hasta que tu perfil se aleje de mi temor cual un ave del incisivo canto del abismo Eres un muchacho de pluma azul en un muro antiguo velozmente desvaído por el temporal caudaloso
Rasgo las margaritas de tu jardín y revelan el corazón que perdiste
El gesto de tu cuerpo hace de mí la ofrenda, el árbol que deja el viento en el umbral de la cueva
Hay que cubrir la memoria de tu rostro con la máscara del carnaval y no asustar al infante que fuiste La noche se disipó con la bruma en la estación de las frutas frescas
¿La obsesión por la delgadez?
Somos heridos animales caídos en la zona liberada del develamiento
Sin embargo el silencio es evidente Por ello escribes Estamos solos y dibujamos ¿Estoy sola? Aquí hay un ser que tirita
Deleite de extraviarse en la imagen divisada
Ceguera del amanecer, pájaros ambarinos silban
Una mano arrastra los cabellos de un bebedor que no cesa de saltar por el espejo
Lima, 7: 25 am, 25 agosto 2018
© Rosina Valcárcel